Hacer arte fluorescente no es complicado. Para ello sólo necesitáis como soporte un lienzo, una madera bien imprimada o un papel resistente con más de 150 gramos. Hay algunos artistas que utilizan incluso superficies de plástico. Para pintar lo más sencillo es emplear acrílicos fluorescentes de cualquier marca pero también podéis utilizar lapiceros o rotuladores. Para encajar el dibujo previo podéis emplear alguna técnica que no deje mucho polvo sobre el soporte o limpiarlo bien antes de pintar.
Las pinturas de madera acuarelables pueden ser una buena solución. Los acrílicos fluorescentes se diluyen en agua y secan rápido. Los pinceles pueden ser de pelo resistente pero suave, con virola plana y con forma de lengua de gato. Es aconsejable que tengáis una luz negra a mano para saber cómo va quedando la obra con esa iluminación y que funcione cuando está iluminada con luz normal, solar o artificial, y con luz negra.
Si queréis saber algo más o estáis interesados en las clases para aprender a pintar con técnicas fluorescentes no dudéis en escribirme un comentario.
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